Una de las cosas que más sorprende al visitante cuando pone pie en tierra a su llegada a la Centraal Station de Ámsterdam es el volumen desorbitado de bicicletas que hay por todas partes.
Ya no solo en circulación con su característico “ring-ring” que suena por todas partes, sino por el número de las mismas aparcadas en los enormes parkings de bicicletas que se encuentran a ambos lados (uno de ellos con capacidad para hasta 7000 de estos vehículos de dos ruedas) o incluso candadas por todos los puentes y postes de la ciudad.
Ámsterdam, un paraíso para las bicicletas
A pesar de lo caótico que pueda parecer, en un principio, la circulación por los carriles bici de esta ciudad, hay que admitir que Ámsterdam es un paraíso para los amantes de este medio de transporte. Si bien es cierto que no siempre fue así. Aunque antes de la Segunda Guerra Mundial el uso de la bicicleta estaba muy extendido en los Países Bajos, las infraestructuras no eran las más adecuadas. Sin embargo, tras el fin del conflicto y hasta los años 70, la popularización de los vehículos motorizados irá desplazando poco a poco a este tradicional medio de transporte a un segundo plano. Los pocos carriles bici con los que contaba el país serán sacrificados a favor del coche. Y muchas de las plazas de Ámsterdam serán empleadas como aparcamientos. Haciendo que el uso de la bicicleta decaiga en torno a un 6% anual. Aunque lo peor será las, 3300 víctimas de atropellos (entre ellas más de 400 niños) que se alcanzan anualmente. Esto hará que la sociedad holandesa y el gobierno de este país tomen cartas en el asunto revirtiendo la situación. Actualmente, la ciudad de Ámsterdam cuenta con más de cuatrocientos kilómetros de carril bici y el país está intercomunicado por más de treinta mil kilómetros de vías exclusivas independientes, dónde los ciclistas son extremadamente respetados. Haciendo que el ciclismo sea una manera eficiente, sana y ecológica de moverse de un lado a otro.
Cultura ciclista
Los holandeses están orgullosos de su cultura ciclista y se les puede ver pedaleando por la ciudad bajo el sol, la lluvia o la nieve (y nunca con casco). Si uno quiere experimentar la sensación de sentirse como un verdadero amsterdammer, no hay nada como recorrer la ciudad en bicicleta. Un tour en bicicleta por Ámsterdam es la opción más cómoda para comenzar su experiencia sobre dos ruedas por esta maravillosa ciudad. Ya que nuestros guías le van a descubrir los secretos y rincones más encantadores de la Venecia del Norte que a lo mejor uno por si solo puede pasar por alto: asómbrate con el encanto y belleza de las “nueve calles” en el Jordaan, recorra al completo el maravilloso Vondelpark, sonría al ver las jirafas del zoo o descubra el mítico molino de Ámsterdam entre otras cosas… Y para los más aventureros, al acabar el tour pueden alquilar la bicicleta para continuar a su aire por la ciudad. Recomendamos cruzar a Ámsterdam Noord a través del ferry gratuito que se encuentra al otro lado de la Estación Central. Funcionan veinticuatro horas al día con una frecuencia aproximada de 10/12 minutos. Situado en la rivera norte del río IJ, es una de las áreas de la ciudad que está cambiando más rápidamente. Allí encontrará lo mejor de los dos mundos: grandes extensiones verdes y encantadores pueblecitos, combinados con alguna de la arquitectura más vanguardista de la ciudad, festivales experimentales, estudios de artistas y elegantes restaurantes junto a las aguas del canal.
No se pierda la sensación de experimentar Ámsterdam sobre dos ruedas!
Fuentes| iamsterdam, euronews
Autor | Dave Meler
Foto | Dave Meler
