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Si has llegado hasta aquí, seguramente estabas buscando información para reservar un tour por el Barrio Rojo de Ámsterdam o te preguntabas por qué nuestra empresa ha decidido no ofrecerlo más.
Quiero contarte esta decisión en primera persona, con honestidad y respeto, porque creemos que te lo debemos como viajero, como cliente y, sobre todo, como persona. Soy David, socio y fundador de Guías & Tours.
La mayoría de nosotros, cuando llegamos a Ámsterdam, allá por 2013–2015, todos sentimos algo parecido: sorpresa y admiración.
Veníamos de una sociedad, la española, donde el tema del sexo y la prostitución se trataba muchas veces desde el tabú, el morbo o el silencio. En cambio, en los Países Bajos nos encontramos con un modelo que, a primera vista, parecía mucho más avanzado:
Durante un tiempo pensamos que este enfoque era una manera interesante –y aparentemente más respetuosa– de abordar una realidad que existe en todas las sociedades. Partíamos de una idea clave: había personas que, “por voluntad propia”, elegían trabajar en el mundo del sexo. Y, desde ese supuesto, entendíamos que un tour por el Barrio Rojo podía ser una experiencia cultural, histórica y social, siempre tratada con respeto. Y durante muchos años, primero como guías trabajando para otras empresas y después en nuestro propio proyecto, yo y muchos de nosotros hicimos este tour durante años. Contando la historia, los entresijos, aportando algo de humor, pero siempre desde el respeto y con una función casi educativa.
Pero con los años, algo empezó a chirriar. A la vez que cambiaba la sociedad cambiaba, también cambiábamos nosotros, como guías y como personas: llegaron movimientos como #MeToo; se habló más del patriarcado y del papel de la mujer en la historia y en las sociedades; se cuestionaron las dinámicas de poder y de violencia sexual; y empezamos a escuchar más testimonios y a leer más sobre la realidad de la prostitución y la trata.
Lo que antes dábamos por hecho (“si es legal y está regulado, será más justo”) dejó de parecernos tan sencillo.
Empezamos a hacernos preguntas incómodas, pero necesarias:
A medida que investigábamos más, hablábamos con gente local, leíamos informes y seguíamos el debate social, nos fuimos dando cuenta de algo duro de aceptar:
No es oro todo lo que reluce bajo las luces de neón del Barrio Rojo.
El modelo holandés se presenta muchas veces como un ejemplo de regulación “moderna” de la prostitución. Y es cierto que existe un marco jurídico y unos controles más claros que en otros países. Pero con el tiempo dejamos de creernos del todo ese relato oficial.
Porque una cosa es tener una legislación que, para mi, “lava la cara” al sistema, y otra muy distinta es haber resuelto los problemas de fondo:
Descubrimos que, detrás del discurso de la libertad individual, sigue habiendo mucha desigualdad, mucha presión y mucha falta de alternativas reales. Y eso nos colocó ante un espejo incómodo como empresa: ¿realmente, queremos formar parte de la cadena que convierte esta realidad en un producto turístico más?
A partir de ahí, empezamos a debatirlo seriamente dentro del equipo: Xavi, Juan, yo y parte de nuestro equipo. No fue una conversación rápida ni sencilla. El tour del Barrio Rojo tenía demanda, se vendía bien y muchos viajeros lo pedían casi por inercia, como “lo típico que hay que hacer en Ámsterdam”.
Pero había algo que pesaba más que los números: nuestras convicciones personales y profesionales.
Entendimos que, aunque técnicamente es posible hacer un tour “respetuoso” y “crítico”, hay empresas en la ciudad que así lo hacen, en la práctica sigue existiendo un desequilibrio: el Barrio Rojo se ha convertido en “un escenario” y las personas que trabajan allí en parte del “espectáculo” que el visitante viene a ver.
Y nosotros no queremos eso.
Por eso, como socios y como equipo, tomamos una decisión clara:
Dejamos de ofrecer tours del Barrio Rojo porque, por ética y convicción moral, no queremos contribuir a banalizar una realidad profundamente compleja y dolorosa para muchas personas.
No fue una decisión de marketing. Fue una decisión de conciencia.
Que no ofrezcamos este tour no significa que demos la espalda al tema. Al contrario. Seguimos hablando de la historia de Ámsterdam, de su relación con la tolerancia, las libertades y sus contradicciones.
En otros recorridos de la ciudad, cuando el contexto lo permite, abordamos estas cuestiones desde una perspectiva crítica y respetuosa.
Preferimos proponer experiencias que pongan en el centro la cultura, la historia, la diversidad y la vida cotidiana de la ciudad, sin convertir la vulnerabilidad de nadie en un reclamo turístico.
Si habías pensado en reservar un tour del Barrio Rojo con nosotros, espero que estas líneas te ayuden a entender por qué no lo vas a encontrar en nuestro catálogo.
Sabemos que hay otras empresas que lo sigen ofreciendo. Nosotros, simplemente, hemos decidido que este no es el camino que queremos recorrer.
Gracias por leer hasta aquí, por tu comprensión y por viajar con mirada crítica. Si decides descubrir Ámsterdam con nosotros, será un placer enseñarte la ciudad desde otro enfoque más humano, más consciente y, creemos, más coherente con el mundo que queremos ayudar a construir.
Un abrazo,
En nombre de todo el equipo de Guías & Tours en Ámsterdam 💛