En otras ocasiones os hemos hablado de los maravillosos edificios que te sorprenden al llegar a la ciudad. La arquitectura de Róterdam marca su carácter.
Conforma su personalidad y se cuela en la realidad diaria de los ciudadanos que pasean por sus calles y se van empapando de la belleza y la historia que hay detrás de los edificios.
En el caso de Róterdam, la historia habla de resiliencia, reinvención y audacia. Nunca ninguna ciudad, aprovechó tanto una nueva oportunidad.
¿No la conoces? Nosotros tenemos un tour para que descubras esta vibrante ciudad: Tour privado La Haya y Róterdam
Róterdam: su arquitectura es fruto de un relato que comienza en una contienda
La segunda Guerra Mundial.
El centro de la ciudad desapareció debajo de las bombas en 1940.
Con el corazón destrozado y las construcciones arrasadas, Róterdam tuvo la oportunidad de volver a empezar. Y levantó sus edificios de forma audaz, dándole la espalda al pasado.
La arquitectura de la segunda ciudad de Países Bajos es intrépida, vanguardista y atrevida. Los profesionales que la hicieron resurgir de sus cenizas, aportaron su toque de modernidad, convirtiéndola en un lugar singular. Hoy en día, siguen experimentando de manera fresca en ella.
Casas, rascacielos y museos maravillosos en la ciudad con el puerto más importante de Europa.
Prepárate para conocer algunos ejemplos:
Las Casas Cubo son uno de los ejemplos más representativo de la arquitectura de Róterdam
El autor, Piet Blom, las ideó pensando en un conjunto de árboles dentro de la localidad. Cada una de las construcciones sería uno de ellos y el grupo conformaría un singular bosque en el interior de la ciudad.
Son cubos de color amarillo volteados sobre uno de sus lados: 3 miran hacia el suelo y los otros 3 elevan su mirada al cielo.
Tienen su función como viviendas particulares, pero una de ellas está abierta al público a modo de muestra de la forma de vida en estas casas únicas.
Estación Central: un edificio avanzado para coger el transporte
Aunque conserva un par de elementos originales como el reloj de la fachada y el letrero que te anuncia dónde estás, su diseño es moderno y muy sostenible.
Un tejado inclinado que recuerda a una flecha que apunta hacia el cielo, sirve de soporte a un montón de placas solares.
Fue construida en 1957, pero sufrió una reforma total de la mano de Team CS en 2014.
Realiza tus compras en Markthal y disfruta de un singular elemento de la arquitectura de Róterdam
Podemos imaginarnos la cara que vas a poner cuando entres en este mercado cubierto que no deja indiferente a nadie.
Y es que el visitante, abre mucho la boca y los ojos, con la cabeza mirando hacia arriba, para observar el colorido techo que decora su interior.
Es tan grande como un estadio de fútbol y dentro encontrarás puestos para comprar, carne, fruta, verdura y todo tipo de producto fresco. También existen locales comerciales y de restauración.
El exterior del mercado tiene un acabado metálico que recubre su forma peculiar de un gran arco.
Floating Office Róterdam o como trabajar sobre el río sin hundirte
Currar encima del agua y parecer que estás en tierra firme. Esa es la sensación que tendrás en este enorme edificio de oficinas flotante.
Totalmente autosuficiente y sostenible, dispone de todo el poder de la energía solar y del agua como mecanismo de un sistema de intercambio de calor.
Este edificio de proyección reciente está construido de madera con módulos como si fuera un puzzle, fácilmente desmontable para su traslado o abierto a la ampliación con la incorporación de otros elementos. Una icónica pieza de la arquitectura de Róterdam
Depot Boijmans Van Beuningen
Hablando de proyectos recientes, la última incorporación a la maravillosa colección arquitectónica de la ciudad es la nueva sede del museo Boijmans.
Se trata del primer depósito del mundo que se abre al gran público para que se puedan visitar todo el fondo de obras de arte del museo (Rembrandt, Bosch, Van Gogh, Mondrian, Magritte y Monet entre otros). El visitante, además, puede involucrarse en los procesos de investigación, conservación y restauración, pasando por salas en las que podrá ver los trabajos que se realizan en vivo.
Una nueva manera de mostrar el arte desde lo más profundo, invitando al turista a dar un paso más allá de la pura observación de la obra terminada.
Adentrándose en lo más íntimo del desarrollo de la labor del personal especializado que trabaja a diario en jornada de puertas abiertas.
Por fuera, su magnífico diseño (de estudio MVRDV), parece una gran maceta forrada de cristal que refleja la vida de la ciudad, cambiando de colores y apariencia dependiendo de la luz y lo que ocurre en su entorno.
Conecta con el arte del interior: Kunsthal Museum
Junto con el Boijmans van Beuningen y el Netherlands Architecture Institute son los imprescindibles culturales para ir de museos en Róterdam.
Suelos inclinados unidos por suaves rampas que unen en armonía las salas de exposición. En él han sido utilizados materiales de diseño que no se suelen usar habitualmente como cartón plástico o troncos de árbol.
Alberga exposiciones temporales de características muy diversas.
Puente Erasmus
Así como la arquitectura de Róterdam conecta los edificios de la ciudad con la realidad que transcurre entre sus habitantes, este puente une las partes norte y sur de la metrópolis.
800 metros de largo y 139 metros de altura por encima del río Maas convierten esta obra de ingeniería en un elemento espectacular de la ciudad.
Pasea por él con la seguridad de más de 40 cables que soportan esta pasarela visible desde muchas partes de la ciudad.
Atención a los amantes de las escenas nocturnas: no dejes escapar la iluminación cuando cae la tarde. Es una auténtica gozada verlo.
¿Y si tomas la vertical? Wilhelminapier
Desde el puente que acabamos de nombrar vas a poder observar esta zona de la ciudad donde las construcciones se elevan para tocar el cielo.
Pasear entre los rascacielos te da una idea de lo vanguardista de los edificios de Róterdam. Si además aprovechas el ocaso, puedes grabar en tu mente momentos de los que son complicados de olvidar.
Sube a la cima de La Torre Euromast y podrás disfrutar de la arquitectura de la ciudad desde arriba
Este es el edificio más alto de la ciudad (y de Los Países Bajos) con 185 metros de altura.
Muy cerca del Puente Erasmus, es un auténtico observatorio de Róterdam e incluso de otras ciudades en días despejados. Se pueden llegar a divisar La Haya y Delft.
Accede hasta arriba por medio de su elevador acristalado. A la vez que subes, va girando lentamente para permitir la observación de una ciudad moderna y vanguardista en su arquitectura y modo de vida.
Algo tiene Róterdam para que todos los arquitectos de referencia quieran construir aquí
No sabemos si es porque es una ciudad en constante cambio o por el significado ligado a sus orígenes (una ciudad renacida), los arquitectos internacionales de renombre siguen encontrando aquí el lugar ideal donde dejar su impronta.
Os hemos dejado una idea de algunos elementos arquitectónicos de la ciudad, pero esta capital no se la debería perder ningún amante del conocimiento del arte y el diseño.
Imágenes | Guías y Tours, W. Commons